El éxito no se alcanza fácilmente, y no se puede esperar que suceda de la noche al día. Requiere una mentalidad particular, determinación y por supuesto trabajo duro. Simplemente querer tener éxito no es suficiente. Debes comenzar a trabajar en ello tan pronto como sea posible.
El período de tiempo ideal para el desarrollo profesional debe ser después de la universidad. Tienes ganas, con energía positiva, y tienes todo el tiempo del mundo en tus manos. Puedes experimentar, aprender de tus errores y acumular una cierta dosis de experiencia. La verdad sea dicha, la gente no te toma muy en serio porque todavía eres joven, pero hay algunas cosas que uno debe hacer antes de cumplir los treinta. De esta manera, creas una base sólida y obtienes una experiencia necesaria y que te viene muy bien para el futuro.
1.- Aprendieron a administrar su dinero
Vamos a abordar el más obvio de los problemas primero. Todos sabemos que, en la mayoría de los casos, el éxito se mide teniendo en cuenta de si tienes músculo financiero o no, es decir, si tienes dinero para acometer tu proyecto. Es por eso que nuestros primeros trabajos son muy importantes, incluso cuando nuestro nómina está muy lejos de la que nos gustaría. Es cómo aprendemos a ser responsables y usar el dinero para las cosas que realmente necesitamos, no para los artículos que queremos. Gastar dinero es el día a día y aunque seamos ricos puede convertirse en un problema si no sabemos administrarnos. Cuanto más practicamos este control, más fácil será para nosotros acumular suficiente cash y hacer inversiones lógicas para el futuro de nuestro negocio.
2.- Aprendieron rápido que una retirada a tiempo es una victoria
Una excelente manera de ahorrarse mucho dinero, así como problemas, es aprender en el lío en el que te puedes meter rápido. Todos sabemos que el fracaso es inevitable en la vida, y el único fracaso de verdad es del que uno no aprende nada después. Sin embargo, saber cuándo uno está a punto de estropear algo y retroceder antes de meterte en un buen lío, es clave. Ahorras dinero y mucho estrés.
Si estás empeñado en tener éxito y seguir empujando sólo para probar que otros están equivocados, terminarás siendo derrotado de la forma más miserable. Repito de nuevo, no hay que avergonzarse del fracaso, todo lo que necesitas hacer es aprender a reaccionar más rápido que la última vez, lo cual te llevará a tener éxito más rápidamente.
3.- Comenzaron su propio negocio
Una cosa que debes hacer a los veinte años es comenzar a controlar el negocio y formar tu propia línea de trabajo. Al igual que con el tema del dinero abordado antes, esta es una gran oportunidad para abordar más responsabilidades. Además, asumes el liderazgo de la autoridad y aprendes cuando tienes que tomar decisiones difíciles.
Estar a cargo de tu propia pequeña empresa es una experiencia que te abre los ojos. Tendemos a quejarnos, y llamamos a nuestro jefe capullo pero las cosas cambian. Verás como ves con otros ojos a tus antiguos jefes. Sabes lo que se requiere para hacer el trabajo bien y necesitas un método para obtener los resultados deseados.
4.- Desafiaron a la autoridad
Convertirse en un rebelde es nuestra capacidad innata. Comenzamos a desafiar a la autoridad durante nuestra pubertad y este desafío toma varias formas. Por ejemplo, empezamos a escuchar diferentes tipos de música, a veces por puro desprecio, sólo para molestar a nuestros padres. Bebemos alcohol o incluso empezamos a fumar, aunque hoy en día esto ha cambiado un poco. Aunque sabemos que estas cosas son perjudiciales, lo hacemos de todos modos, simplemente para demostrar que no son tan perjudiciales como se nos dice. Establecemos nuestras propias identidades, mostrando cómo no nos fiamos de todo lo que se nos dice.
Este es un buen síntoma, debes de cuestionarlo todo, especialmente cuando suena demasiado conveniente. Cuando estás plenamente convencido de que algo está mal, o simplemente sabes una mejor manera de hacerlo, defiende tu idea. Es uno de los ingredientes clave para alcanzar el éxito, saber hacer algo mejor que tu competencia y asumirlo por ende.
A lo largo de la historia, la gente que hizo descubrimientos innovadores, lo hizo cuestionando lo que se les presentó como verdad universal. Nicolás Copérnico desafió la tesis de que la tierra está en el centro del universo, y tenía una teoría que era contradictoria con la de la iglesia. Este es un gran ejemplo de cómo no debemos permitir que nuestro miedo nos impida desafiar un liderazgo que cojea por su argumento.
5.- Se organizaban adecuadamente
Si hay una cosa que los super empresarios tiene en común es una agenda ocupada. Hemos visto en las películas cómo esta gente vive atrapada en el trabajo por lo general y por ello tienen un asistente o una secretaria que realiza un seguimiento de todas sus citas y responsabilidades. Es posible que no tengan que muchas citas pero aún así se organizan de este modo.
La esencia misma de una buena organización radica en saber cómo priorizar tus aspectos en la vida. El período de transición entre las fiestas post universitarias y un cuando uno comienza a hacerse un adulto es la parte más difícil. Cuando comienzas dejas de lado los eventos sociales y das prioridad al trabajo, has dado la señal y un paso serio hacia una buena organización. Por el contrario, si no está dispuesto a hacer tal sacrificio, entonces no esperes a ver resultados positivos.
6.- Tuvieron importantes partners
Es bueno ser independiente y mostrar a todo el mundo cómo puedes manejar las cosas por tu cuenta. Después de todo, la comida, el agua y el oxígeno son las únicas necesidades necesarias para mantenerse vivo. Pero, si quieres tener éxito, tienes que pensar antes de actuar, y tener cuidado con lo que dices.
Las personas tendemos a tener diferentes opiniones y eso nos lleva en muchas ocasiones a enfrentamientos. Debido a estos enfrentamientos, somos proclives a excluir a algunas personas de nuestras vidas simplemente porque tenemos distintos puntos de vista o somos incompatibles. Desafortunadamente, ese es un enfoque equivocado porque pierdes la oportunidad del respeto mutuo. Este tipo de reacción puede hacer que el vínculo existente crezca más fuerte y puedas tener partners valiosos. Cuando más gente tienes en la que puede confiar, es más fácil lidiar con las situaciones estresantes.
Si puedes echa una mano a quien no es del todo de tu agrado. Nunca sabes quien puede ayudarte. Aprende a valorar tus vínculos sociales y tus contactos. Es lo que la gente de negocios sabe hacer.
7.- Fueron perseverantes y no se rendían
El fracaso es algo que conocen y son expertos en no rendirse después de sufrir una derrota. Cuando las cosas van mal, nos sentimos inseguros, empezamos a dudar y nos asustamos. Es importante ver nuestro fracaso desde todos los ángulos posibles y luchar por intentarlo de nuevo y no dar palos de ciego. Hay que intentarlo una y otra vez hasta dar con los métodos más eficientes.
8.- Mejoraron sus puntos débiles y defectos
Cuando tenemos 30 años somos más o menos conscientes de qué tipo de persona somos. Tenemos una idea clara de lo que a otras personas que conocemos no les gusta de nosotros, pero nos aceptan, igual que nosotros a ellos.
Hay que aceptarse a si mismo, y ser tú mismo, pero si al hacerlo sólo estás obstaculizando tu propia progresión, entonces no hay lógica en el enfoque que haces. Trabaja en pulir defectos, para que puedas estar orgulloso de ti mismo.
9.- Se hicieron calculadores e ingeniosos
Aprendieron a tomar decisiones basadas en gran medida en la investigación y en la planificación. Se encomiendan sólo a la suerte y a la fe cuando no queda más remedio. Todos sabemos como Steve Jobs, Bill Gates, Albert Einstein, Nikola Tesla, Thomas Edison, etc. eran una especie de náufragos, diferentes al resto de la gente, que incluso en algún caso dejaron el colegio.
Pero, si eliges ser diferente o dejas el colegio por identificarte más a ellos, entonces no eres una persona muy calculadora. Imitar a alguien que es inteligente o es un hombre de negocios no es lo mismo que serlo, serás un simple imitador.
Contemplan todas las opciones y también tienen un plan B. No se gastan el dinero inmediatamente, hasta que se han asegurado de todas las alternativas, es decir, buscan la más barata. Recuerda, los mejores métodos son los que producen los mejores resultados con una inversión mínima de recursos.
10.- Sabían que tenían que adaptarse
Ganarse la vida con lo que te apasiona, es el escenario ideal. Las obligaciones no te las tomas como tal y todo fluye sólo. Pero por desgracia, hoy día es difícil que eso ocurra. Es decir, puedes tener mucha habilidad y talento en algo pero si no tienes la capacidad de adaptarla al entorno, no servirá de nada. Piensa cómo tus habilidades pueden dar un valor añadido.
11.- Preguntaron una segunda opinión
Por último, conciénciate de que no eres la persona más competente, hábil o inteligente del mundo. Independientemente de lo brillante o de lo bien que te haya ido en el pasado, busca siempre retroalimentación constructiva. Si lanzas algo al mercado es importante tener distintos puntos de vista. La gente que compra puede tener una percepción distinta. Lo importante no que tú creas que has hecho algo maravilloso, sino qué es lo que opina la gente.
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